Jingdezhen
Viajar a otros territorios, escuchar los sonidos de otra lengua, asomarse a caligrafías como mapas sordos, percibir olores, mensajes indescifrables, otras formas de vivir. Lo cotidiano y lo extraño de la existencia.
Darse de bruces con otras realidades hace que los cinco sentidos se afinen, nos obliga a estar más atentos por si aparece esa magia que lo descoloca todo, la serendipia… presente más que nunca, dejarse llevar, los ojos como platos… de porcelana
Los sentidos son nuestra puerta y nuestra ventana al mundo. Y mis sentidos estuvieron más alerta y ocupados que nunca en Jingdezhen, donde tuve la suerte y el placer de experimentar con su increíble porcelana, observar a grandes maestros y disfrutar de una ciudad viva, llena de arte y humildad.
Estas piezas fueron creadas durante mi estancia de dos meses del año 2019 en Jingdezhen Ceramic Institute, en Jingdezhen, la capital china de la porcelana.
Esta experiencia me abrió nuevos caminos para profundizar en mi propia obra, encontrar direcciones insospechadas, observar los procesos (a menudo el camino es más enriquecedor que el resultado), experimentar sin fin…
Quiero dar las gracias a toda la comunidad de JCI por su generosidad, por su ayuda, por dejarme hacer y acogerme tan bien. Hicieron que en Jingdezhen me sintiera como en casa pese a encontrarme a miles de kilómetros de mi ciudad natal.
También quiero agradecer a mis maravillosas colaboradoras, Simona y Raimonda, por formar parte de mi proyecto. Con sus miradas y su imagen hicieron que mis piezas cobraran significados que no sospechaba.
Este trabajo no es más que un comienzo. Ese pigmento azul profundo que lo teñía todo en Jingdezhen se ha metido en mi retina, como un faro. Será que el Mar Amarillo se funde en la costa Atlántica donde nací y me recuerda el delicado y profundo esmalte celadón, como el mar. La cerámica es una carta para navegar.
Piélago
Porcelana